ESCUDO DE ZAFRA

viernes, 12 de diciembre de 2008

lunes, 3 de noviembre de 2008

LA FIGURA DEL GUARDA CAMPO DESDE
SUS ORIGENES EN EL SIGLO XV


La primera referencia histórica que existe sobre el guarda forestal es en el año 1414, cuando se crea el colectivo de los Caballeros de la Sierra, encargados del control del ganado en el monte, y de las cortas de madera.
Las funciones del guarda se ampliaron en los diferentes reinados, hasta que en la época de Fernando VI, se dicta una ordenanza en uno de cuyos artículos se nombra “Guardas de Campo y Monte con ese título, o el de Celadores, ordenándoles que prendan, denuncien a los taladores, causantes de incendios, introductores de ganados plantíos, procurando que dichos guardas sean hombres de buena opinión, fama y costumbres.”
En el siglo XVII, se crea la compañía de Fusileros Guardabosques Reales y en el XIX, se crean varios colectivos encargados de la vigilancia del monte.
La Guardería Rural, Los Guardas Mayores, Los Guardas del Monte y del Estado y la Guardia Civil.
En 1876, reinando Alfonso XII, desaparecen los colectivos anteriores, y es la Guardia Civil el único cuerpo encargado de vigilar el monte. Al año siguiente, este monarca crea la entidad de los Capataces Forestales con autoridad para denunciar las agresiones que se producen en el medio natural.
La figura del Agente de Medio Ambiente sigue modificándose con diferentes títulos y colectivos hasta que en el año 1978, se firma un Real Decreto, por el cual la denominación de Guarda Forestal queda sustituida por la de Agente Forestal.
A partir de 1985, la Guardería Forestal es gestionada por las autonomías, por lo que este cuerpo sufre modificaciones según las necesidades en materia forestal, que presente cada Comunidad Autónoma.


La evolución a través de los años queda de la siguiente manera:

Año 1.414, Caballeros de la Sierra.

Año 1.748, Fernando VI: Guardas de Campo y Monte.

Año 1.762, Carlos III Fusileros- Guardabosques Reales.

Año 1.866, Isabel II: Guardería Rural, Guardas Mayores, Guardas de Monte y del
Estado y Guardia Civil.

Año 1.877, Alfonso XII: Capataces Forestales.

Año 1.978, Juan Carlos I: Agentes Forestales.

Haciendo un breve repaso por la historia de todos los guardas de campo que han pateado todo el termino de Zafra, en busca del buen hacer, como es la protección del medio ambiente, y por supuesto todo lo relacionado con posibles hurtos, de aperos agrícolas, ganados, hortalizas, uvas, aceitunas, caza furtiva, etc... nos encontramos que desde los años 40 hasta la actualidad han sido 13 personas las relacionadas con esta profesión, que supongo no sería del agrado de muchos, por lo tanto en homenaje a ellos va este artículo, para mi es signo de admiración la entrega y buen hacer en la mejora de lo que concernía al campo, pues en la actualidad está patas arribas.
Sin más doy los datos que dispongo en estos momentos, que yo creo que es suficiente, los viejos del lugar se acordaran de ellos, para los jóvenes que les quede en la memoria que en tiempos pasados alguien vigilaba e intentaba cuidar los campos, con la mucha o poca ayuda logística del momento, en la actualidad el nuevo modelo implantado por la junta de Extremadura es la Agente de Medio Ambiente.

Nombres:

Señor, Atanasio (alias el Vinagre)------Señor, Fernando (de la Almarrana)

Señor, Feliz (alias el Guarda) ------ Señor Antonio García (el Negrito)

Señor, Manuel Melado-------Señor, Francisco Díaz Hernández (el Mutilao, de la guerra)

Señor, Antonio Sayago Ladera (alias el Terrón) ------- Señor, Cándido Giraldo Tinoco, posteriormente fue Cabo de los municipales del Ayuntamiento de Zafra.

Señor, Masuco, es anterior al año 40, -------Señor, José Antonio Becerra Rodríguez, siendo el último de toda esta generación, permaneció en el cargo desde el año 1.977 hasta el 1.999, total 28 años de servicio, no obstante este Señor en el año 1.997, tuvo a su cargo para la formación a 3 nuevos inquilinos del campo zafrense, durante un año, en los nombres de: Antonio Rafael Giraldo Guzmán, Oscar Rubiano Montaño, y Bernardino Osuna Pons, en la actualidad se desconoce si existe algún servicio, al desaparecer por completo este cargo de guarda campo, y crearse el de Agente de Medio Ambiente, así como el servicio de la Guardia Civil (Seprona) que es el que más se está observando, por todas las localidades en servicio de motos.


En la actualidad los Agentes de cualquiera de las modalidades de servicio de la naturaleza, realizan una serie de funciones relacionadas con la conservación del medio natural. La lucha contra los incendios, el control de las explotaciones forestales, el control de plagas o la regulación de la caza son algunas de las tareas que lleva a cabo para conseguir dicho fin.

Aprovechando estas líneas hago un llamamiento a todos los ciudadanos para la colaboración más exhaustiva en construir un campo más limpio, no olvidemos que es de todos, y si no lo hacemos, las futuras generaciones se encontraran un estercolero y zonas desérticas, si no se toman medidas seguras y eficaces, sobre todo en el aspecto de reforestación, pues creo necesario que todas las autoridades en general tomen cartas en el asunto, amen después de dos años locos en lo que respecta a los incendios forestales que están demacrando el país, por culpa de los intereses locos... de siempre ¿? Por lo tanto hagamos buen uso del campo, no abuso.





CRIPTOZOOLOGÍA

“Misterios del Mundo Animal”

“UNA SERPIENTE EN LA DEHESA NUEVA DE ZAFRA EN EL SIGLO XVI.”

En nuestro planeta es posible encontrar cientos, miles de casos, de tradiciones o referencias acerca de la existencia de criaturas monstruosas, habitantes de: lagos, bahías, pantanos, ríos, mares, montañas, bosques, etc., se trata por lo tanto de enigmáticos seres que creíamos perdidos para siempre, o son los herederos de épocas pasadas en millones de años ¿? Por lo tanto realidad o ficción, los sucesos están hay, la Ciencia los denomina “CRIPTOZOOLOGÍA” por algo será...
El presente artículo es uno de los miles de casos que suceden a diario y por diferentes motivos... pasan inadvertidos, o es el hazmerreír de los incautos que están deseosos que ciertos sucesos les ocurra a ellos... antes de entrar en detalles quiero hacer una alusión de las medidas... de Víboras, y Culebras de España... que se han podido verificar...
Víbora hocicuda- 73 cm. Víbora Áspid- 75 cm. Culebra de Esculapio- 180 cm. Culebra Verdiamarilla- 170 cm. Culebra de Agua- 200 cm. Culebra de Escalera- 160 cm. Culebra Bastarda, 240 cm, como podemos leer las medidas de estos ofidios no son nada desdeñables, sí a todo esto añadimos, miedo, cuestiones religiosas, supersticiones, y todo lo que queramos, es evidente que hagamos gigantes de enanos...Aun así cabe la posibilidad de ejemplares de mayor tamaño, y no es cuestión de mofa, conozco muchos casos, de gente de campo, pastores, y ciudadanos, “este servidor se encuentra entre ellos”,que se han sorprendido de los visto en el campo, permaneciendo en lo más intimo de cada uno, como digo a veces, esto es otra es historia...
Corría el año de 1.574, estación estival, mes de julio, vecinos de la antigua población de Zafra, acudieron como testigos de un hecho y lo declararon bajo juramento ante el gobernador del Ducado de Feria, el licenciado Maldonado.
¿Qué fue lo que impulso a una veintena de vecinos declarar bajo juramento ante el tal Maldonado, suponiendo a que se exponían si fuera un engaño;?como sabemos, al gran poder destructivo de la Inquisición...
Según documentos de la época se narra el hecho que en un terreno del termino de Zafra, conocido como Dehesa Nueva, vecinos de nuestra localidad, observaron “una serpiente la más terrible y espantosa que jamás se vio en nuestras España” Los testigos en si contaban que era un raro animal con la cabeza tan grande como un ternero, los ojos amplios y temerosos, la “jeta gruesa y contornada”, su cola tan fuerte y larga como un tronco “quinzal” de 15 pies de largo, con el pecho alto y levantado de la tierra.
(Nota)
(Pies- medida de longitud de 28 cm.)
Por lo tanto nuestra culebrita tenía unas medidas excepcionales, 420 centímetros de largura; a mi criterio era una Culebra Bastarda, muy común en nuestro término, según quién del campo la llaman Culebra vieja, el motivo es que se pone muy fea y negra.


Para todos los vecinos de la Villa estaba claro, ese raro animal, haciendo todo tipos de especulaciones, como que no era terrestre, un ser demoníaco, como se ha podido criar por esos lares, que era un animal voracísimo, necesitaba al menos dos vacas al día para comer, etc.
De esta manera se pensaba en aquel siglo de total oscurantismo, Cultural, Racional. Ético, y por supuesto Supersticioso, además de las Elucubraciones Religiosas.

Estoy pensando terminar este artículo aquí y continuar con otra parte en próximas entregas, pero la información que tengo es tal que merece la pena seguir y así no perder el hilo, como al mismo tiempo satisfacer la curiosidad humana. La moraleja podía ser, “no hay que decir que existen, no hay que decir que no existen”.

EL MISTERIO DE LAS SERPIENTES GIGANTES.

En 1.857 todo Londres se sobresaltó al leer un informe presentado al Al mirantazgo por el Capitán Harrígton, marinero de gran prestigio, reconocida experiencia y sobrado reconocimiento. A bordo de su barco Castilian, a diez millas de Santa Elena, habían avistado una serpiente marina de extraordinarias dimensiones, y según los marineros y el Capitán se dirigía a tierra. Eran poco más de las 5 de la tarde, y contaban con suficiente visibilidad como para ver sus dimensiones, según sus cálculos medía 70 metros, con una cabeza en forma de barril y una cresta arrugada.
“Estoy completamente convencido – relataba en su informe el Capitán Harrígton – que el animal pertenecía a la familia da las serpientes. Era de un color oscuro por la cabeza y estaba cubierta de manchas blancas. De haberme encontrado lejos del animal no lo hubiera distinguido bien, pero pasó a menos de 18 metros del barco. Además de mis oficiales y yo, la vimos unas 20 personas y puedo asegurar que la vi tan claramente como estoy viendo el mechero de gas que me da luz para escribir este informe”.

DE LA LEYENDA A LA REALIDAD.

Lejos de equivocarse, el capitán estaba en lo cierto y la Ciencia nos ha permitido saber mucho más de la existencia de estos animales, e incluso se han mostrado fotos de ejemplares que han alcanzado hasta 15 metros de longitud, como la efectuada a una Cobra en 1.959 desde un helicóptero belga por el capitán Remy Van Lierde, en el Congo. También se han encontrado ejemplares de Anaconda de unos 11 0 12 metros en la regiones más selváticas de América del Sur, la mayor largura autentificada media 8´73 metros, correspondiente a una hembra cazada en 1.960.
En 1.907 el coronel Henry Fawcett exploraba la cuenca del río Amazonas por encargo de la Real Sociedad Geográfica, cuando pudo ver junto a los nativos que los acompañaban una enorme Anaconda – si es que era una Anaconda- cuyo tamaño fue calculado en 18 metros, sobre la que abrieron fuego repetidas veces.
El 22 de mayo de 1.922 el misionero Víctor Heinz avistó junto con los indígenas que navegaban con el, tras una crecida del río, lo que describieron como una serpiente gigante de unos 24 metros de largo.
El animal estaba en actitud de descanso, tras haber devorado animal de gran tamaño, según explicó uno de los indígenas.

Las últimas noticias que se tienen de serpientes de este tamaño nos sitúan en Mainas, un pueblo que está a 250 Km de Lima, donde sus habitantes parecen estar aterrorizados por la presencia de una serpiente de unos 26 metros de largo y 3 de ancho.

OPINA LA CIENCIA.

Según algunos estudios estos ejemplares podrían ser unos parientes lejanos de una especie desaparecida hace 40 millones de años, el GIGANTOPHIS del Eoceno Medio, que media alrededor de 15 0 20 metros, menor que las que describen el Padre Víctor y el Coronel Henry Fawcett entre otros. Por lo tanto, estaríamos hablando de una nueva especie o un crecimiento anormal en las especies conocidas. Algunos investigadores se atreven a afirmar que estas especies son muy similares a otros observados en diferentes lagos del planeta como ejemplo el Ogopogo en el Lago Okanagan, Canadá, pudiendo tratarse de una misma familia de especies.

Zafrenses, como hemos podido leer existen muchos casos documentados, y otros cientos de ellos que no salen a luz pública... con esto podemos decir que nuestros antepasados no mentían, ¿Pero, que fue lo que se paseó en ese siglo por la Dehesa Nueva de la Villa de Zafra...? ¿Es posible que esa criatura este viva...? ¿Existirá algún descendiente de ese animal...? ¿Realmente es un caso de Criptozoología...? Por lo tanto las leyendas son parte de la riqueza de un pueblo, Usted que opina ¿? Ah, se acuerdan hace unos años, que, un ciudadano de Zafra, lanzó la idea que en la Albuera existía un Cocodrilo... “la verdad aquello, fue una broma, y al mismo tiempo una romería de... ¿? Lo curioso de todo, fue que estábamos en la década de los ochenta, y no en el año 1.574, sin embargo, el efecto fue el mismo.



¡Quién no ha oído hablar de Nessy, la serpiente del lago Nes.¡



















sábado, 4 de octubre de 2008

LAS ATLANTIDAS


“Las Atlántidas son las culturas sumergidas o evaporadas.
Ellas representan el fenómeno más sorprendente de la historia.
Hace un siglo, nadie hubiese aceptado seriamente la posibilidad de que pueblos un tiempo poderosos, creadores de culturas completas, causantes de grandes acciones y reacciones históricas, hubiesen llegado a borrarse en la memoria humana, a desvanecerse como fantasmas y vagos espectros. Se creía que, con más o menos detalles, era completamente conocido el elenco de civilizaciones humanas. Sin embargo, el descubrimiento de los pueblos prebabilónicos, sumeros y acadienses abrió un portillo a las más extrañas posibilidades...

Tales resultados han convertido la excavación en un acto mágico. Es una nueva e inesperada forma de agricultura. Se cava para recoger cosechas sembradas hace miles de años... Si se nos deja, haremos del mundo un agujero”.


(J. ORTEGA Y GASSET. Las Atlántidas)

LAS FORTALEZAS DEL CASTELLAR

Castellar, deriva del latín Castellum “fuerte, reducto,” diminutivo de Castrum, “campamento fortificado,” “fortificación”.

Y ciertamente en la cima de este sierra del Castellar existían dos fortines antiguos, del cual hoy en día tan solo quedan sus ruinas esparcidas por el agreste paisaje rocoso de nuestra sierra o farallón cuarcítico del Castellar, cuna de nuestra civilización, se diga o digan, esas mentes que tan solo quieren vendernos como única cuna a la época medieval o lo que es lo mismo a los Duques de Feria, grosso error para las futuras generaciones que se ven a encontrar a una Zafra sin historia, sin raíces, supongo que el tiempo es el jurado más fiel y él juzgará.

Decía el presbítero zafrense D. Manuel Vivas en su libro “Glorias de Zafra”

Zafra, gran ciudad, población amena y muy hermosa, gloria de España, y patria de grandes y muy esclarecidos varones, fue fundada según dice Reyes Ortiz de Tovar en unión de otros muchos historiadores, por los celtas, quinientos ochenta años antes de la humana redención. Estando de acuerdo todos los autores en su origen céltico. (Como opinión personal no iban mal encaminado, tan solo que este servidor no va ha entrar en el tema de su fundación, no es lo pretendido en este artículo, revistas y años habrá para rebatir o afirmar).

Nos sigue hablando en su libro, ahora de la conquista y colonización de nuestras tierras por los romanos, los godos, de estos últimos dice en el año 411 los vándalos, los alanos, los suevos y silingos descendieron sobre el mundo romano como una tormenta asoladora derribando todas las fortalezas y castillos que Roma levantó. (parte de razón llevaba en dicha alusión, tan solo que generalizaba, y es más me atrevo a decir que desconocía la segunda fortaleza romana del farallón rocoso del Castellar, y aludiendo en su libro a las ruinas del que fue levantado por lo árabes encima de un baluarte romano.

Sí amigos lectores, entusiastas y curiosos de la historia antigua, en nuestro farallón cuarcítico existieron dos fortalezas, fuertes, reducto- (Castrun” o campamentos fortificados de época Prerromana y Romana, lo atestiguan la gran diversidad de muros, torres, ruinas, etc, esparcidas y camufladas entre el agreste paisaje del Castellar a la espera que algún día puedan resucitar de sus cenizas milenarias y soterrar de una vez la falacia medieval. Zafra se enriquecería culturalmente hablando al ofrecer otra perspectiva histórica “su verdadera cuna histórica, El Castellar” a la vez que proteger.

Explicado más o menos mi intención de concienciar y abrir las mentes obtusas... y con la esperanza...que algún día llegue un MECENAS, “aunque sea inglés o norteamericano) para darnos una lección del interés por la historia antigua, sin ser la suya.

He comentado los fortines Prerromanos y Romano, los menos conocidos así por encima tiempo habrá..., que les parece a Ustedes comentar la fortaleza del Castellar, perteneciente a la Kura (provincia) de Mérida, con el nombre de Sajra Abí Asan, y con el sobrenombre de “el pitón” esa gran fortaleza olvidada y al alcance de todos.

Parece ser que dicho castillo se levantó según datos, sobre los años 1030 a 1045 (libro el Castillo del Castellar, por Antonio Salazar Fernández- año 1955)

Para tener una confirmación o hipótesis más precisa hay que remontarse a un célebre geógrafo hispano – musulmán del siglo XI, llamado al-Bakri, el cual cita en su MASÁLIK, escrito en el año 460 de la hégira, que corresponde a los años 1067-68 de los cristianos, citándolo como he dicho anteriormente ha uno que formaba parte de la KURA.


DESCRIPCIÓN

Durante años esta fortaleza me ha fascinado por sus misterios que va más allá de la pura inventiva o leyenda, que nos han querido hacer ver los eruditos o ignorantes de cualquier época, en vez de hacer algo con más rigor de campo; que ha la postre es de interés general, didáctico, cultural e histórico. Aquí en este pequeño artículo no me voy a extender más que lo medianamente informativo o sensitivo, el resto quedará para venideros años, queda en Zafra mucho por hacer.

La planta del Castillo o fortaleza, es de forma casi rectangular, por la parte saliente que corresponde donde están las piedras, estas mismas por su altura ya hacían de obstáculo o murallas naturales, tan solo en algunos puertos o mellas se hicieron murallas para proteger esos flancos supuestamente más débiles, por otro lado sus defensas debían de ser fantásticas como se puede observar en la foto de la maqueta, su perímetro estaban compuesto por unas fuertes murallas de piedras con cal, (oppido) con un ancho de dos a cuatro metros, secundando ha estas murallas nos encontramos cinco potentes Albarranas (torre defensivas de gran potencia) así como de diferentes medidas, en el interior del recinto nos encontramos una gran torre, que hemos de suponer debía de ser la torre de Homenaje, continuando dentro del interior se observa también algunas murallas internas, y dos garitas de vigilancia muy próximas ha la gran torre de homenaje, una habitación soterrada, a la cual siempre se le ha llamado “Cueva del Moro” e incluso también cárcel o mazmorra; todo supuestamente con esos usos pero a la vez lejos de la realidad o finalidad...¿?.
Ha todo esto tengo que añadir, como seguirán viendo en la maqueta unas casas o habitáculos con cuatro apartamentos internos y un pasillo central, que sería donde acogería a los residentes de dicha fortaleza.

Hasta aquí este trabajo que ha durado muchos años de patear y trillar el Castellar para que Ustedes puedan conocer algo más de la historia “bastarda” de Zafra y de este castillo – fortaleza, olvidado que aun ha este servidor le trae de cabeza y le queda mucho por definir.


Tiempo al tiempo, el agua y el aire arañan a la roca día a día, dándole formas sugestivas y atractivas.

LAS SEGEDAS DE HISPANIA

Diferentes consideraciones hay que tener en cuenta con arreglo a las noticias que nos trasmitió Plinio, en su obra Naturalis Historia, escrita a mediados del siglo I d. C. Y en buena medida contemporáneo a otros autores anteriores.
La obra de Plinio se considera la más precisa y completa para el conocimiento del mundo prerromano del Suroeste Peninsular. A esto se puede citar dos fuentes a dichas observaciones en su magistratura en la Hispania Citerior le proporcionase, Terencio Varrón para sus descripciones geográficas y Marco Vipsanio Agripa también en sus relatos de los pueblos y localidades.
[1]
A todo esto cabe citar, que Plinio en el uso de las fuentes usadas para escribir su obra, las hay con graves errores, herencia de descripciones mucho más antiguas, como ejemplo de narración de las costas atlánticas el cual Plinio “El Viejo” corrigió y comprobó “in situ” durante su estancia en la Hispania, se puede observar en un conocido y rico párrafo los oppida, pueblos, creencias y costumbres de la Beturia:
[2]
<
[3]
Étnicamente está habitada por dos pueblos de diferente origen o contexto cultural: célticos y túrdulos.
Los célticos ocupan el sector occidental de la Beturia hispalense o cordubensis, aunque por razones políticas estén adscritas a ellas. Por tanto la Beturia se describe a continuación y no dentro del convento hispalense. Los célticos han llegado de Lusitania y tienen creencias, lengua y toponímia idéntica a los de los Célticos, por lo que se le supone este origen:
Los oppida, de la Beturia Céltica son “Seria, Fama Iulia” ”Nertóbriga, Concordia Iulia” y “Contributa Iulia Ugultunia, ¿Medina de las Torres, o Fuente de Canto? (por la aparición de unos restos epigráficos con la misma cognomina a la aludida en termino de Fuente de Cantos) Estos poblados se diferencian de los restantes de la Bética por su cognomina “Ilulia” ya que debieron ser definitivamente integrados por Cesar en el sistema jurídico romano y por sus nombres de clara ascendencia celta.
[4]
La identificación de las citadas localidades en ciertos casos no están exentas de alguna dificultad por la falta, escasez y aportes epigráficos de precisión; una de estas localidades es SEGIDAE Restituta IULIA: Esta localidad es una con más incógnitas a la hora de su localización., no obstante no debería de serlo, pues se prevé que son varias en diferentes puntos geográficos, como veremos más tarde.
Por tradición, y como ya se ha expuesto desde (Rodrigo Caro) se ha admitido la ciudad de Zafra, como la citada “SEGEDA” en la misma comarca del río Ardila y que cumple con perfección los requisitos en la ubicación de esta Beturia de los Célticos.
[5] Otras localidades con incógnitas son: Seria, Fama Iulia: García Iglesias, Albertini y García y Bellido la creen en Jerez de los Caballeros[6] No aceptándola Marchetti, que la ubica en Moura (Portugal, 1917, 347). Contributa Iulia Ugultunia: Situada por Albertini en Fuente de Cantos (Badajoz), a raíz del hallazgo de una inscripción que se lee PATRIA CONTRIBUTENSI, término este último que se repite en otro epígrafe encontrado en la vecina Medina de las Torres. (Ese caso es similar al epígrafe encontrado en su día en Zafra[7]
Una inscripción con el patronímico de Segedensis (ya citada) fue la principal prueba, otro epígrafe de similar características fue hallado en la ermita de la Virgen de Cala (Huelva) en el cual el texto muestra con claridad los cognomina latinos aunque no con el nombre indígena que se supone en SE NTIA. Esta ubicación, al sur de la cuenca del Ardila, no alejada de Nertóbriga es bastante congruente
[8], otro lugar propuesto por González y Pliego es el cerro del Castillo, un yacimiento romano al NE, de Gerena (Sevilla). A todo esto cabe citar que estas localizaciones propuestas por estos autores, rompe la armonía geográfica de las ubicaciones de las poblaciones betúricas expuestas por Plinio.
Según lo expuesto es más lógico y razonable poder considerar el emplazamiento de SEGIDA EN ZAFRA, en la cual durante el año 1987 se realizó una campaña de excavación de urgencia al lado de la ermita de Belén, donde se localizó un importante poblado protohistórico, con estratigrafía desde el siglo IV al I a. C.[9]
Así como de igual importancia o más si cabe decir, los emplazamientos situados en la Sierra del Castellar de Zafra,”donde hasta la fecha no se ha realizado ninguna excavación, y decir que los restos diseminados están al orden del día y pillaje de los piteros…” ya expuesto en el libro “La Sierra del Castellar” (la historia oculta de Zafra) de Francisco Guzmán & José Antonio Amador,- y en su día también fueron estudiados por Diego Muñoz.

Sobre el topónimo de SEGIDA (en otro artículo me explayaré más sobre este topónimo tan peculiar), muestra uno de los radicales más frecuente de la onomástica céltica y germánica: SEGHI – “Vencer”, cuya repartición en topónimos es tan abundante como significativa
[10]. Existiendo otro topónimo similar en la región de Segovia, en Elvas, donde existe un importante poblado prerromano.[11]
A esto expuesto podemos decir que, en la antigüedad hispana fue muy frecuente la repetición de los nombres de las ciudades, por ello el caso de Segeda, cuyo topónimo se encuentra en otras ciudades hispanas, no fue excepcional. A juicio de Villar la etimología celta de dicho nombre debió tener un significado relacionado con el concepto de «la poderosa» Por tanto según mi propio criterio y visto lo anteriormente expuesto y según la etimología del topónimo Segeda, que es una radical frecuente en la onomástica celtica y germánica, Seghi “equivalente a vencer y poderosa, tan común en la personalidad aguerrida de estas tribus, por tanto no hay porqué extrañarse que existan repartida por la Hispania de entonces (y restos en la actualidad por descubrir) infinidad de Segedas, y evidentemente cada una con su personalidad, ubicación, e importancia. Y nuestra Zafra es una de ella, junto con otras localidades cercanas, con este topónimo, como pueden ser: Burguillos del Cerro, Ermita de la Virgen de Cala (Huelva) Valencia del Ventoso, y otra reciente como Feria, etc., otra Segeda es el nombre de una ciudad celtibérica, citada por los escritores grecolatinos Apiano, Diodoro y Floro, como ciudad de los belos en los acontecimientos del 154 antes de Cristo que serán desencadenantes de la guerra numantina. Quedando patente la importancia política y económica que alcanzó Segeda, de hecho, los datos de las fuentes escritas han llevado a identificarla como capital de los belos, etnia que se extendía desde el Jalón Medio hasta el Aguas Vivas, ocupando la parte más oriental de la Celtiberia. Otros yacimientos existentes es en Mara (Segeda I) y Belmonte de Gracian (Segeda II). Posteriormente Estrabón se refiere a Segeda, al mencionarla junto con Pallantia, como perteneciente a los arévacos. Con respecto a las Segedas hace referencia Esteban de Bizancio que en su obra del 530 después de Cristo sobre nombres etnográficos identifica Segida como ciudad celtibérica. Con este mismo topónimo existen otras tres ciudades hispanas, citadas por Plinio y Ptolomeo como existentes en la etapa alto imperial: Segida Restituta Julia en los célticos; (Zafra) Segida Augurina de los turdetanos y Segida de los túrdulos. También se relaciona una cuarta, la bastetana Segisa, sobre estos topónimos ya se ha hecho referencia.

En el siglo II a C. se realiza la Conquista romana de la Beturia, esta se llevo a cabo tras las guerras lusitanas (147-139 a C., si bien esta zona siguió siendo inestable y, en el siglo I a C. fue escenario de los conflictos civiles romanos: Las guerras sertorianas 82-72-a C. y las luchas entre César y Pompeyo (49-44 a C.) A lo largo de estos siglos II-I a C. es cuando surgen la mayoría de los oppida de la Beturia.
En la Céltica, destacaron como se ha observado antes: Sería, Nertóbriga, Segida, Curiga, Contributa…
Por su parte en la Beturia Túrdula fueron célebres los oppida de Arsa, Mellaria, Miróbriga, Regina y Fornacis.

Ahora me van a permitir Ustedes que haga una repetición de parte de un texto del artículo del año pasado en esta misma revista con el titulo “EL CASTRO U OPPIDO DEL CASTELLAR” de este mismo autor. La idea de repetir, no es otra que concienciar, al ciudadano de a pie, y autoridades…más o menos competente…pues es evidente, que Zafra, no hace nada en este plano de la Arqueología, cuando cualquier pueblo por muy pequeño que sea, se vuelca con su historia, sea la que sea, a los hechos me remito, así también como decir, que Zafra, ha tenido varias oportunidades, muy mal aprovechadas, y hoy en día, nuestra localidad podría presumir de un gran centro de interpretación arqueológico, con los restos, o reproducciones de la Ermita de Belén, Torre de San Francisco, y Madre del Agua… (donde están los restos y por que no se han solicitado unas copias…) que junto al museo de Santa Clara, y por que no, el Museo de Nuestra Señora de la Candelaria, serían un atractivo de primer orden, por tanto desde estás páginas, espero se tome conciencia, y en breve…(todo está en marcha…) nos podamos sentir orgullosos que la Cuna de Nuestros Orígenes, “El CASTELLAR” sea desvelado, que así sea, y el futuro de nuestros hijos la nueva generación, se encontrará una Zafra, donde corresponda en la historia, su historia, que la tiene y propia.
A todo puedo exponer a titulo personal, y con plena conciencia que hay mucha gente de la misma opinión, a la referencia que cito: Zafra, o mejor dicho desde su muros para dentro “intramuros, antiguas murallas” está muy pateado, al repetirse con mucha asiduidad, lo mismo, “la Villa de los Figueroa”, la pregunta es hasta cuando va a durar este reinado…a lo sumo, unos años… y creo conveniente una visión más amplia, (o/y, compartir…) por eso es necesario abrir una de las siete puertas de las murallas…y salir ahora a “extramuros” conocer los ORÍGENES DE ZAFRA, tantas veces dicho por este investigador…hasta la saciedad, y estar ya aburrido de la apatía de Zafra.


Para terminar, tengo que decir que el farallón cuarcítico del Castellar puede convertirse en un centro arqueológico y de interpretación de interés cultural, turístico y económico de primera importancia, como otros tantos pueblos que si valoran su historia antigua, por citar: Fuentes de León, (sus cuevas, exploradas por el “Grupo CAEM de Zafra desde el año 1985, y el descubrimiento de la llamada Cueva de Masero” con restos desde el Paleolítico hasta época Romana en excavación, y un nuevo proyecto, la restauración de su Castillo musulmán llamado “El Cuerno” Higuera la Real, el yacimiento Celta Castrejón de Capote, que es un poblado prerromano de los mejores conservados. (En breve nueva campaña de excavación) y también se hace referencia a Segeda (Zafra) Ribera del fresno con su centro de interpretación del yacimiento arqueológico de hornachuelos, Oppidum romano del siglo III a C. al I d C. donde está el plano de Segeda “Zafra” - Fuente de Cantos, su poblado prerromano de los Castillejos, Burguillos del Cerro, con su pequeño museo etnoarqueológico… Medina de las Torres, en breve excavaciones en el paraje denominado “Los Castillejos, o Los Cercos” donde está ubicada según…Contributa Ilulia Ugultunia, Zalamea de la Serena, el Santuario Cancho Roano, de extraordinaria belleza e importancia, las pinturas Rupestres Esquemáticas de Hornachos y Arroyo de San Serván, Los Santos de Maimona, con su pequeño museo arqueológico de restos de una Tumba en Cista y objetos del Castillo,(que data de la Edad del Bronce) y así infinidad de ellos.- por tanto, se nos presenta una oportunidad emblemática, rica, y bella,- ante la misteriosa sierra del Castellar que, sin dudarlo, hemos de hacer lo imposible para abrir otros caminos culturales y no quedarnos a la deriva en los mares embravecidos de la historia. los segedanos han de sentirse orgullosos de que sus verdaderos orígenes procedan de la sierra del Castellar,-por nuestras venas corre sangre de aquellos seres del Paleolítico en busca de nuevos parajes, de hombres del Calcolítico y Edad del Bronce asentados en estas tierras, también y como no, de los Celtas de la Beturia de Plinio el viejo, el caudillo lusitano Púnico y su sucesor Caisaros, que saquearon en el año (155 a C. ) tierras y ciudades de los valles del Guadalquivir y Guadiana, que tras dos años de conflicto con los romanos les hicieron perder quince mil hombres, de un joven pastor y guerrillero también caudillo lusitano llamado Viriato, en sus correrías por estos terrenos, al cual los historiadores romanos no dudaron en considerarle “Romulus Hispaniensis” el cual venció a cinco generales. De las cohortes y legiones romanas del cónsul Junio Bruto en su pacificación del territorio del Algarbe portugués a la Beturia, donde fundó Brutobriga de ubicación desconocida, y que duró entre cinco y seis años. Los exsoldados de las legiones del emperador Augusto, que en premio a sus 25 años de servicio militar les fueron concedidas parcelas de tierra en nuestro territorio ya pacificado y romanizado. A las huestes Aftasíes, Almorávides y tropas Almohades, representando hasta lo que hoy somos, un crisol de civilizaciones, observante del paso del tiempo y de nuestra historia. Por tanto a ella hay que recurrir para conocer los orígenes de la villa de Zafra y sus oriundos, que un día bajaron al valle...o también estaban allí.



JOSÉ ANTONIO AMADOR REDONDO



“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”


[1] Schulten. 1959. 138
[2] Berrocal Rangel Luis. Los Pueblos del Suroeste de la Península Ibérica.
[3] Plinio Secundo Cayo. “El Viejo” Historia Natural, III.
[4] Untermann, 1961, 18
[5] Iglesias García. 1971, 90,91
[6) Iglesias García. 1971, 89,90
[7] Salazar Fernández Antonio. El Castillo del Castellar. Año 1955
[8] Luzón. 1978, 290 y 307
[9] Rodríguez Día Alfonso. La Ermita de Belén. Zafra.
10] Untermann. 1961, 18-19 y 34-35, K: 19; Albertos, 1966,201

[11] Gamito. 1988

viernes, 3 de octubre de 2008

EL CASTRO U OPPIDUM DEL CASTELLAR

Desde el año 1901 en que vio la luz aquel libro llamado “Glorias de Zafra” hasta la actualidad, han pasado 105 años en la historia de Zafra, donde ningún autor coetáneo ha tenido el valor u osadía de pasar en sus escritos más allá dela época agarena, y posterior reconquista; empujando a Zafra y sus villanos a un pueblo sin historia antigua, un pueblo según quién, roto en los anales histórico por el capricho de una pluma mal orientada y mente conservadurista “grosso error”, los anales histórico del pueblo de Zafra como bien se ha dicho se remontan a los más remoto de la prehistoria, o mejor dicho donde nos empezamos a forjar para continuar el camino recorriendo saltos culturales y llegar hasta hoy mismo.
Tan solo D. Manuel Vivas Tabero en su obra tuvo la osadía de aludir los orígenes de nuestro pueblo más allá del medioevo, y no estaba equivocado como veremos. En su libro en la página 93 – capítulo V, en su artículo primero “ORÍGENES DE ZAFRA” nos habla de los celtas: según dice Ortiz de Thobas en unión de otros muchos historiadores, por los celtas quinientos ochenta años antes de la humana redención. ¿de donde sale esta información que otros autores no han recogido o no han sabido...? a todo esto hemos de pensar que dicha información existía, tan solo que no se utilizó, dándole más importancia a otras épocas.
Pérez Quintero decía que dicha región era inmensa y como sabemos por otros historiadores y este citado, se hallaba comprendida entre los ríos Baetis y Anas (Guadalquivir y Guadiana) desde los puntos en que ambos ríos entran en el mar hasta los contrapuntos de Andujar y Medellín, describiendo Plinio a esta comarca como la Baeturia, dividida en dos partes: los célticos al oeste, limitando con Lusitania y adscritos al Convento jurídico de Hispalis (Sevilla) y la de los Túrdulos al este, fronteros al norte con Lusitania y por el este a la Tarraconense, y sujetos al convento de Corduba (Córdoba).

Plinio dejó escrito en su libro tercero de Naturalis Historia los siguientes textos: “Quae autem regio á Baeti ad fluvium Anam tendit, ext preadicta, Baeturia appellatur, in duas divissa partes, totidemq gentes: Celticos qui Lusitaniam attingunt, Hispalensis convent Turdulus, qui Lusitaniam et Tarraconensem accolunt jura Corduba petunt. Celticos á Celtiberis ex Lusitania advenisse manijut tum est, sacris, lingua, oppidorum vocabulis, quae, cognomini ín Baetica distinguntur; Seria, quae dicitur Fama Julia; Nertobriga, Concordia Julia; Segeda, Restituta Julia; Contributa Julia, Ugultiniacum, quae et Curiga nunc est, Laconimurgi, Constatia Julia; Siarensibus, Fortunales, et Callensibus Aeneanici.” Todo esto relacionado a los celtas, también se remonta a los romanos en Zafra según sus crónicas; al repasar sus hojas nos hace alusión, quedándonos un poco perplejo al citar que en las inmediaciones de Zafra, la construcción de un circo, según Rodrigo Caro con una inscripción que Hubner marca con el número 984. he aquí la inscripción:

L. VALERIVS . AMADVS
ET . L . VALERIVS . LVCVMO
PODIVM . IN . CIRCO . P . DEL

OB . HONOREM . IIIIII . VIR
EX . DECRETO . DECVRIONVM
D . S . P . F . C.

Lucio Valerio Amando y Lucio Valerio Lucumón cuidaron de hacer a sus expensas un podio de diez pies en el circo, agradeciendo el honor del sevirato que por decreto de los decuriones les fue conferido.

Respecto al circo no se sabe con certeza su ubicación, así como que las medidas del podio no era de 10 pies, sino de 600 pies según Mommsen.
Siguiendo con las lecturas de sus párrafos nos habla que los nuevos dominadores los romanos, construyeron palacios, almacenes, templos, y para este investigador lo más asombroso y curioso fue la construcción de una “fortaleza” “fuerte” en algún agreste de Zafra. ¿? En mi mente bullía la idea, ¿si fuera cierto? Sería un gran paso histórico en la historia de y para Zafra, los coetáneos actuales no tendrían razón, las pruebas serían palpables, y la revisión no daría lugar a dudas para las futuras generaciones.
Mientras tanto ávidamente continuo devorando hojas hasta llegar a la página 109 en su artículo 4° dedicado a los “árabes” donde mí alegría no tiene limites al poder leer; reproduzco las líneas exactas: El castillo romano que existía sobre las cumbres del Castellar, fue destruido en gran parte por los godos, pero sus ruinas levantaron los árabes otro más amplio y extenso para que les sirviese de defensa desde una sierra tan alta y escarpada como era la del Castellar.
[1] A todo esto surge la pregunta eterna, de donde había salido dicha información, en que legajos estaba, que efecto causo en su época, quedando claro que D. Manuel Vivas se limitó a exponerlo y casi con el convencimiento de su existencia, pero sin verificarlo, la prueba está en que años más tarde otro investigador D. Antonio Salazar, al hacer su croquis del baluarte árabe, no haga alusión al tema. Las claves de todo creo que está (según mi teoría)[2] que ciertamente los vestigios existían a la vista, y con toda probalidad en mejor estado que ahora, tan solo que la visión histórica era como la actual “árabe”, otro ejemplo podía ser el vago entendimiento de las cerámicas repartidas por todo el lugar, y para terminar y esta hipótesis es clave; que todos los restos de lienzos de murallas, torreones, casas, cabañas, etc. Fueron confundidos con la misma época agarena, incluso me atrevo a decir que allí nunca existió ningún pueblecito con el nombre de zafrilla.[3]
El Castro u Oppido de grandes dimensiones, fue ocupado y posiblemente restaurado por otras culturas y gentes nativas del lugar con diversos fines, probablemente, ganadera y agricultura
[4] hasta que posteriormente se bajó al valle actual, quedando aquel lugar relegado y para otros usos como los citados; de echo existen noticias documentadas que después de la guerra civil se repartió parcelas en la sierra del Castellar entre la gente para su explotaciones diversas.

Como se ha explicado en otro capítulo el farallón cuarcítico de la Sierra del Castellar tiene una largura de + ó – 3´5 Km. Se define como Castellar y Castellar Viejo, este último con otras acepciones, dicha sierra es cortada en un puerto por el Camino del Colorado que une a dos poblaciones, Zafra – Alconera, en su parte oriental existe un Castro u Oppido de grandes proporciones; como se sabe oppido y castro genéricamente se define por igual.

Castro: proviene del latín CASTRUM “Campamento fortificado”
Castillo: del latín CASTELLUM “Fuerte, Reducto, diminutivo de CASTRUM””Campamento fortificado” “fortificación.

Si nos remontamos a 2.500 A. C. no existe la menor duda, que la mejor ubicación para un Castro sería dicha sierra, en una época donde prima la inseguridad, el control de vías y caminos de comunicación, minería, zonas agropecuarias, ríos, riveras y estrategia militar entre diversos aspectos.
Por tanto El Castellar se nos presenta en esa época como una zona intensamente poblada, y poca investigada para definir nuestros oriundos ancestros que a la postre sería la Cuna de Nuestros Orígenes.
El Castro que nos ocupa es de una potencia considerable, me atrevería a decir a “grosso modo” más que el primero citado como La Ermita de Belén en el cual el año 1987 se realizó una excavación de urgencias
[5].
El Castro Cabeza de León como así lo llamo hace años, está ubicado en su primera parte, en una llanura justo en la cúspide del Camino Colorado donde se puede apreciar infinidad de restos cerámicos, así como más importancia a ruinas de diversas formas y tamaños, donde predominan las cuadradas, rectangulares, sobre algunas circulares que existen, todo lo observado está dispuesto de una forma asimétrica, atreviéndome a decir en este pequeño llano, está compuesto en tres partes. Sobre el aparejo todas las formas son de piedras del terreno a palo seco
[6], continuando con el examen del terreno en vista de dichas construcciones, algo llama la atención respecto al primogénito Camino del Colorado, este se confunde con el terreno casi a desaparecer tan solo los conocedores del lugar sabemos su continuación, el detalle no podía pasar inadvertido, del Camino sale un empalme dirección sur Noroeste, compuesto por grandes monolitos de piedras hincadas todas ellas en el suelo hasta las inmediaciones de las primeras estribaciones rocosas, donde nos encontramos una grata sorpresa; otras ruinas totalmente diferentes a las anteriores un CASTELLUM[7] de grandes dimensiones, donde se pueden ver restos de murallas por su cara oeste de forma semicircular, que parte de lado oriental hacia noroeste, y bancales anteriores a esta, en su base formas cuadrangulares y rectangulares de grandes medidas haciendo pensar en torreones de vigilancia y defensa; por la cara noreste además de la pared saliente del crestón se ve otra muralla de bastante largura, así como dentro de este recinto otros lienzos para proteger otros flancos más débiles. También se puede advertir por todo el paraje expuesto cantidades de cerámicas toscas y finas, como la Terra Sigillata hispánica y común, cerámicas de barniz negro o Campaniense, ladrillos, y tegulas, así hemos de suponer que un estudio más exhaustivo podría sin dudas aclarar todo.
La situación orográfica se nos antoja envidiable, aunque la zona no es de mucha altura impone su mole pétrea, llegando a tener alturas de hasta 30 metros por saliente amen de las alturas de las torres y murallas, sin dudas la visión sería de decenas de metros a la redonda.
Sobre la cronología de este poblado carecemos de datos, tan solo cabe decir que sí lo encuadramos dentro del yacimiento situado en la Ermita de Belén como agregado a este, podía pertenecer al siglo IV a I antes de Cristo
[8], la subsistencia hace 25 siglos sería de actividades pastoriles, ganaderas y agrícolas, aprovechándose de las llanuras y vegas y por razones obvias las actividades de caza también se usarían, a este respecto los animales domésticos se podrían encuadrar así: Caballo-Equus caballus. Asno-Equus asinus. Bovino Doméstico-Bos Taurus. Ovicaprino-Ovis aries/Capra hircus. Cerdo-Sus domesticus. Animales Salvajes: Ciervo-Cervus elaphus. Conejo-Oryctolagus cunniculus. Lince Ibérico-Lynx parelina. Tejón- Meles meles. Perro- Canis familiaris. Perdiz-Alectoris rufa-[9] etc. Y por supuesto sin olvidar la pesca que podría ser otro valor proteínico alimentario, al estar dentro de la cuenca de los ríos: Guadiana, Árdila, Bodión y riveras cercanas.
A modo de cierre decir que por toda esta zona del Castellar no es el único Castro a citar, existen otros tantos de menor envergadura y agregados al principal (Ermita de Belén) así como otros poblados de diferentes épocas, también existe por parte de este investigador la sospecha de otro muy similar al citado en estas páginas o tal vez una continuación, tan solo menos visible pero con la certeza de serlo por materiales diversos en sus alrededores, existe debajo del Castillo mal llamado “El Pitón”.

[1] AMADOR REDONDO JOSÉ ANTONIO. El Castillo del Castellar, Revista de Feria.
Año 2005
[2] Teoría del investigador AMADOR REDONDO J. ANT.
[3] Ibidem
[4] Decir que en todas esas inmediaciones existe un gran terreno llamado Dehesa Boyal. Nota del coautor de este libro.

[5] RODRÍGUEZ DÍAZ ALFONSO. La Ermita de Belén. Zafra Badajoz
[6] Sin cal o amalgama
[7] Fuerte, reducto, diminutivo de CASTRUM. Campamento fortificado “fortificación)
[8] CASTAÑOS UGARTE PEDRO M.- Estudio de los Restos Óseos del Yacimiento de la Ermita de Belén.-Zafra - Badajoz
[9]Datos sacados del libro LA ERMITA DE BELÉN, Zafra-Badajoz.- RODRÍGUEZ DÍAZ ALFONSO.