ESCUDO DE ZAFRA

sábado, 4 de octubre de 2008

LAS SEGEDAS DE HISPANIA

Diferentes consideraciones hay que tener en cuenta con arreglo a las noticias que nos trasmitió Plinio, en su obra Naturalis Historia, escrita a mediados del siglo I d. C. Y en buena medida contemporáneo a otros autores anteriores.
La obra de Plinio se considera la más precisa y completa para el conocimiento del mundo prerromano del Suroeste Peninsular. A esto se puede citar dos fuentes a dichas observaciones en su magistratura en la Hispania Citerior le proporcionase, Terencio Varrón para sus descripciones geográficas y Marco Vipsanio Agripa también en sus relatos de los pueblos y localidades.
[1]
A todo esto cabe citar, que Plinio en el uso de las fuentes usadas para escribir su obra, las hay con graves errores, herencia de descripciones mucho más antiguas, como ejemplo de narración de las costas atlánticas el cual Plinio “El Viejo” corrigió y comprobó “in situ” durante su estancia en la Hispania, se puede observar en un conocido y rico párrafo los oppida, pueblos, creencias y costumbres de la Beturia:
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Étnicamente está habitada por dos pueblos de diferente origen o contexto cultural: célticos y túrdulos.
Los célticos ocupan el sector occidental de la Beturia hispalense o cordubensis, aunque por razones políticas estén adscritas a ellas. Por tanto la Beturia se describe a continuación y no dentro del convento hispalense. Los célticos han llegado de Lusitania y tienen creencias, lengua y toponímia idéntica a los de los Célticos, por lo que se le supone este origen:
Los oppida, de la Beturia Céltica son “Seria, Fama Iulia” ”Nertóbriga, Concordia Iulia” y “Contributa Iulia Ugultunia, ¿Medina de las Torres, o Fuente de Canto? (por la aparición de unos restos epigráficos con la misma cognomina a la aludida en termino de Fuente de Cantos) Estos poblados se diferencian de los restantes de la Bética por su cognomina “Ilulia” ya que debieron ser definitivamente integrados por Cesar en el sistema jurídico romano y por sus nombres de clara ascendencia celta.
[4]
La identificación de las citadas localidades en ciertos casos no están exentas de alguna dificultad por la falta, escasez y aportes epigráficos de precisión; una de estas localidades es SEGIDAE Restituta IULIA: Esta localidad es una con más incógnitas a la hora de su localización., no obstante no debería de serlo, pues se prevé que son varias en diferentes puntos geográficos, como veremos más tarde.
Por tradición, y como ya se ha expuesto desde (Rodrigo Caro) se ha admitido la ciudad de Zafra, como la citada “SEGEDA” en la misma comarca del río Ardila y que cumple con perfección los requisitos en la ubicación de esta Beturia de los Célticos.
[5] Otras localidades con incógnitas son: Seria, Fama Iulia: García Iglesias, Albertini y García y Bellido la creen en Jerez de los Caballeros[6] No aceptándola Marchetti, que la ubica en Moura (Portugal, 1917, 347). Contributa Iulia Ugultunia: Situada por Albertini en Fuente de Cantos (Badajoz), a raíz del hallazgo de una inscripción que se lee PATRIA CONTRIBUTENSI, término este último que se repite en otro epígrafe encontrado en la vecina Medina de las Torres. (Ese caso es similar al epígrafe encontrado en su día en Zafra[7]
Una inscripción con el patronímico de Segedensis (ya citada) fue la principal prueba, otro epígrafe de similar características fue hallado en la ermita de la Virgen de Cala (Huelva) en el cual el texto muestra con claridad los cognomina latinos aunque no con el nombre indígena que se supone en SE NTIA. Esta ubicación, al sur de la cuenca del Ardila, no alejada de Nertóbriga es bastante congruente
[8], otro lugar propuesto por González y Pliego es el cerro del Castillo, un yacimiento romano al NE, de Gerena (Sevilla). A todo esto cabe citar que estas localizaciones propuestas por estos autores, rompe la armonía geográfica de las ubicaciones de las poblaciones betúricas expuestas por Plinio.
Según lo expuesto es más lógico y razonable poder considerar el emplazamiento de SEGIDA EN ZAFRA, en la cual durante el año 1987 se realizó una campaña de excavación de urgencia al lado de la ermita de Belén, donde se localizó un importante poblado protohistórico, con estratigrafía desde el siglo IV al I a. C.[9]
Así como de igual importancia o más si cabe decir, los emplazamientos situados en la Sierra del Castellar de Zafra,”donde hasta la fecha no se ha realizado ninguna excavación, y decir que los restos diseminados están al orden del día y pillaje de los piteros…” ya expuesto en el libro “La Sierra del Castellar” (la historia oculta de Zafra) de Francisco Guzmán & José Antonio Amador,- y en su día también fueron estudiados por Diego Muñoz.

Sobre el topónimo de SEGIDA (en otro artículo me explayaré más sobre este topónimo tan peculiar), muestra uno de los radicales más frecuente de la onomástica céltica y germánica: SEGHI – “Vencer”, cuya repartición en topónimos es tan abundante como significativa
[10]. Existiendo otro topónimo similar en la región de Segovia, en Elvas, donde existe un importante poblado prerromano.[11]
A esto expuesto podemos decir que, en la antigüedad hispana fue muy frecuente la repetición de los nombres de las ciudades, por ello el caso de Segeda, cuyo topónimo se encuentra en otras ciudades hispanas, no fue excepcional. A juicio de Villar la etimología celta de dicho nombre debió tener un significado relacionado con el concepto de «la poderosa» Por tanto según mi propio criterio y visto lo anteriormente expuesto y según la etimología del topónimo Segeda, que es una radical frecuente en la onomástica celtica y germánica, Seghi “equivalente a vencer y poderosa, tan común en la personalidad aguerrida de estas tribus, por tanto no hay porqué extrañarse que existan repartida por la Hispania de entonces (y restos en la actualidad por descubrir) infinidad de Segedas, y evidentemente cada una con su personalidad, ubicación, e importancia. Y nuestra Zafra es una de ella, junto con otras localidades cercanas, con este topónimo, como pueden ser: Burguillos del Cerro, Ermita de la Virgen de Cala (Huelva) Valencia del Ventoso, y otra reciente como Feria, etc., otra Segeda es el nombre de una ciudad celtibérica, citada por los escritores grecolatinos Apiano, Diodoro y Floro, como ciudad de los belos en los acontecimientos del 154 antes de Cristo que serán desencadenantes de la guerra numantina. Quedando patente la importancia política y económica que alcanzó Segeda, de hecho, los datos de las fuentes escritas han llevado a identificarla como capital de los belos, etnia que se extendía desde el Jalón Medio hasta el Aguas Vivas, ocupando la parte más oriental de la Celtiberia. Otros yacimientos existentes es en Mara (Segeda I) y Belmonte de Gracian (Segeda II). Posteriormente Estrabón se refiere a Segeda, al mencionarla junto con Pallantia, como perteneciente a los arévacos. Con respecto a las Segedas hace referencia Esteban de Bizancio que en su obra del 530 después de Cristo sobre nombres etnográficos identifica Segida como ciudad celtibérica. Con este mismo topónimo existen otras tres ciudades hispanas, citadas por Plinio y Ptolomeo como existentes en la etapa alto imperial: Segida Restituta Julia en los célticos; (Zafra) Segida Augurina de los turdetanos y Segida de los túrdulos. También se relaciona una cuarta, la bastetana Segisa, sobre estos topónimos ya se ha hecho referencia.

En el siglo II a C. se realiza la Conquista romana de la Beturia, esta se llevo a cabo tras las guerras lusitanas (147-139 a C., si bien esta zona siguió siendo inestable y, en el siglo I a C. fue escenario de los conflictos civiles romanos: Las guerras sertorianas 82-72-a C. y las luchas entre César y Pompeyo (49-44 a C.) A lo largo de estos siglos II-I a C. es cuando surgen la mayoría de los oppida de la Beturia.
En la Céltica, destacaron como se ha observado antes: Sería, Nertóbriga, Segida, Curiga, Contributa…
Por su parte en la Beturia Túrdula fueron célebres los oppida de Arsa, Mellaria, Miróbriga, Regina y Fornacis.

Ahora me van a permitir Ustedes que haga una repetición de parte de un texto del artículo del año pasado en esta misma revista con el titulo “EL CASTRO U OPPIDO DEL CASTELLAR” de este mismo autor. La idea de repetir, no es otra que concienciar, al ciudadano de a pie, y autoridades…más o menos competente…pues es evidente, que Zafra, no hace nada en este plano de la Arqueología, cuando cualquier pueblo por muy pequeño que sea, se vuelca con su historia, sea la que sea, a los hechos me remito, así también como decir, que Zafra, ha tenido varias oportunidades, muy mal aprovechadas, y hoy en día, nuestra localidad podría presumir de un gran centro de interpretación arqueológico, con los restos, o reproducciones de la Ermita de Belén, Torre de San Francisco, y Madre del Agua… (donde están los restos y por que no se han solicitado unas copias…) que junto al museo de Santa Clara, y por que no, el Museo de Nuestra Señora de la Candelaria, serían un atractivo de primer orden, por tanto desde estás páginas, espero se tome conciencia, y en breve…(todo está en marcha…) nos podamos sentir orgullosos que la Cuna de Nuestros Orígenes, “El CASTELLAR” sea desvelado, que así sea, y el futuro de nuestros hijos la nueva generación, se encontrará una Zafra, donde corresponda en la historia, su historia, que la tiene y propia.
A todo puedo exponer a titulo personal, y con plena conciencia que hay mucha gente de la misma opinión, a la referencia que cito: Zafra, o mejor dicho desde su muros para dentro “intramuros, antiguas murallas” está muy pateado, al repetirse con mucha asiduidad, lo mismo, “la Villa de los Figueroa”, la pregunta es hasta cuando va a durar este reinado…a lo sumo, unos años… y creo conveniente una visión más amplia, (o/y, compartir…) por eso es necesario abrir una de las siete puertas de las murallas…y salir ahora a “extramuros” conocer los ORÍGENES DE ZAFRA, tantas veces dicho por este investigador…hasta la saciedad, y estar ya aburrido de la apatía de Zafra.


Para terminar, tengo que decir que el farallón cuarcítico del Castellar puede convertirse en un centro arqueológico y de interpretación de interés cultural, turístico y económico de primera importancia, como otros tantos pueblos que si valoran su historia antigua, por citar: Fuentes de León, (sus cuevas, exploradas por el “Grupo CAEM de Zafra desde el año 1985, y el descubrimiento de la llamada Cueva de Masero” con restos desde el Paleolítico hasta época Romana en excavación, y un nuevo proyecto, la restauración de su Castillo musulmán llamado “El Cuerno” Higuera la Real, el yacimiento Celta Castrejón de Capote, que es un poblado prerromano de los mejores conservados. (En breve nueva campaña de excavación) y también se hace referencia a Segeda (Zafra) Ribera del fresno con su centro de interpretación del yacimiento arqueológico de hornachuelos, Oppidum romano del siglo III a C. al I d C. donde está el plano de Segeda “Zafra” - Fuente de Cantos, su poblado prerromano de los Castillejos, Burguillos del Cerro, con su pequeño museo etnoarqueológico… Medina de las Torres, en breve excavaciones en el paraje denominado “Los Castillejos, o Los Cercos” donde está ubicada según…Contributa Ilulia Ugultunia, Zalamea de la Serena, el Santuario Cancho Roano, de extraordinaria belleza e importancia, las pinturas Rupestres Esquemáticas de Hornachos y Arroyo de San Serván, Los Santos de Maimona, con su pequeño museo arqueológico de restos de una Tumba en Cista y objetos del Castillo,(que data de la Edad del Bronce) y así infinidad de ellos.- por tanto, se nos presenta una oportunidad emblemática, rica, y bella,- ante la misteriosa sierra del Castellar que, sin dudarlo, hemos de hacer lo imposible para abrir otros caminos culturales y no quedarnos a la deriva en los mares embravecidos de la historia. los segedanos han de sentirse orgullosos de que sus verdaderos orígenes procedan de la sierra del Castellar,-por nuestras venas corre sangre de aquellos seres del Paleolítico en busca de nuevos parajes, de hombres del Calcolítico y Edad del Bronce asentados en estas tierras, también y como no, de los Celtas de la Beturia de Plinio el viejo, el caudillo lusitano Púnico y su sucesor Caisaros, que saquearon en el año (155 a C. ) tierras y ciudades de los valles del Guadalquivir y Guadiana, que tras dos años de conflicto con los romanos les hicieron perder quince mil hombres, de un joven pastor y guerrillero también caudillo lusitano llamado Viriato, en sus correrías por estos terrenos, al cual los historiadores romanos no dudaron en considerarle “Romulus Hispaniensis” el cual venció a cinco generales. De las cohortes y legiones romanas del cónsul Junio Bruto en su pacificación del territorio del Algarbe portugués a la Beturia, donde fundó Brutobriga de ubicación desconocida, y que duró entre cinco y seis años. Los exsoldados de las legiones del emperador Augusto, que en premio a sus 25 años de servicio militar les fueron concedidas parcelas de tierra en nuestro territorio ya pacificado y romanizado. A las huestes Aftasíes, Almorávides y tropas Almohades, representando hasta lo que hoy somos, un crisol de civilizaciones, observante del paso del tiempo y de nuestra historia. Por tanto a ella hay que recurrir para conocer los orígenes de la villa de Zafra y sus oriundos, que un día bajaron al valle...o también estaban allí.



JOSÉ ANTONIO AMADOR REDONDO



“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”


[1] Schulten. 1959. 138
[2] Berrocal Rangel Luis. Los Pueblos del Suroeste de la Península Ibérica.
[3] Plinio Secundo Cayo. “El Viejo” Historia Natural, III.
[4] Untermann, 1961, 18
[5] Iglesias García. 1971, 90,91
[6) Iglesias García. 1971, 89,90
[7] Salazar Fernández Antonio. El Castillo del Castellar. Año 1955
[8] Luzón. 1978, 290 y 307
[9] Rodríguez Día Alfonso. La Ermita de Belén. Zafra.
10] Untermann. 1961, 18-19 y 34-35, K: 19; Albertos, 1966,201

[11] Gamito. 1988

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