LOS ROMANOS EN ZAFRA.
¿SEGEDA?
Estas líneas que van a seguir a continuación es parte de un trabajo realizado durante varios años, de dura investigación por toda nuestra geografía local, sin salirse del término.
El trabajo en sí ha consistido en patear, rastrear, márgenes de rivera, arroyos, sierras, serratillas, lomas, valles, vegas, etc., todo que pudiera en sí, dar pistas y poder valorar más concretamente la historia antigua de nuestra Ciudad a través de vestigios ancestrales diferentes de la cultura árabe de la cual tan sólo se nos quiere hacer ver; Pues no, segedanos, creo sinceramente que Zafra se merece algo más de historia; ciertamente con el asentamiento en Çafra de árabes y judíos, etc., Zafra se enriqueció pero no por eso lo demos todo por hecho y nos pongamos a dormir la siesta como si de un Oso de las Cavernas se tratara.
En la revista del año `92 aparecía un artículo (por cierto de un servidor) con el título “Los primeros moradores de Zafra” en el cual hacía una pequeña introducción como preludio a esa gran historia o árbol genea-histórico de nuestra Ciudad, a través del tiempo, desde la Prehistoria, más concreto, el paleolítico Inferior, hasta nuestra era actual.
Todas las culturas que han precedido a las anteriores han dejado su legado.
Como dije anteriormente los árabes son parte de ese eslabón, no por ello caigamos en ese conformismo y tapándonos los ojos y decir adiós historia; los anales abarcan muchas etapas, los árabes es parte de ella, pero no la única; sinceramente, los segedanos tenemos que valorar más los tiempos pretéritos y luchar por nuestro patrimonio es tarea de todos.
En cierto modo, a Zafra no la podemos comparar (por decir algo) monumentalmente con Mérida en arte romano, es cierto; recordemos que fue la capital de Lusitania, La Gran Emérita Augusta, pero tampoco queremos tantas pretensiones coloniales, todo lo contrario, este servidor trata de hacer ver que nuestra SEGEDA de Plinio el Viejo, fue parte de ese imperio romano que sometió a tres cuartas parte de Iberia, en su organigrama social y político.
Estimados amigos y aficionados a la Historia, supongo que os diréis a vosotros mismo lo osado que soy para afirmar todo esto, ¿no?
No es cuestión de osadía, sino de fe en nuestra Ciudad, en su historia, rica en todo para todo; la cuestión, simple: preocuparnos de algo que siempre ha estado aquí, con todos nosotros.
Hace 2000 años, Jesucristo dijo: “dichosos los que creen sin ver2; nosotros, los cristianos, que poco nos lo aplicamos.
El descubrimiento de las ruinas de Troya se debe a Homero en su Iliada; el porqué: fácil, Schlieman creyó; lector de libros y aficionado a la arqueología, hoy día sus ruinas son veneradas y por sus tesoros se pega medio mundo.
(Capricho del Destino)
Carlos Dossi decía: Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.
Viajemos en la noche de los tiempos, de un pasado al presente. En el año 25 a. de C. se funda por Octavio, Emérita Augusta que pasa a ser la capital territorial y administrativa de todo el territorio.
Una vez que se ha pacificado toda la región, el Emperador Augusto, en premio a la lealtad, valentía y, sobre todo, a los 25 años de servicios militar de sus bravos legionarios les concede la licencia y una porción o parcela de los nuevos territorios con lo que ya se puede pensar en un colonialismo. Las fundaciones de ciudades y municipios comienzan a ejercer una política de asimilación desde la población romana que va llegando hacia la población autóctona, generándose una auténtica comunicación entre ambos polos de la comunidad.
La extensión de todo proceso se producirá más adelante hacia el siglo III d. C. cuando se haya perdido el recelo inicial, cuando la sociedad de raíz latina, pese a conservar aún muchas de sus formas de vida, empiece a pensar en autóctono y desaparezca casi por completo la radical oposición entre ambos de los primeros momentos, y ello tendrá lugar cuando esta situación alcance el mayor número de personas y cuando de un modo parejo haya alcanzado también el máximo territorial de espacio, más o menos en los siglos III. IV d. C. quinientos años después de que el primer contingente de soldados pusiera pie en el actual territorio extremeño.
Así es de suponer que el gran contingente de exsoldados de las legiones romanas pasaron a ser nuevos ciudadanos y colonos, con el único propósito de fundar pueblos, ciudades, villas, etc. Por citar algunos: Nertóbriga (Fregenal de la Sierra) Regina (Reina) Curiga (Monesterio) Seria (Jerez de los Caballeros) Furnacis, citada por Ptolomeo (Hornachos) Perceiana (Villafranca de los Barros) etc., y por supuesto, es de lógica que los romanos también se empezaran a asentar en Zafra ¿SEGEDA? (1)
El misterio, paso a paso, se va resolviendo, tiempo al tiempo.
Una vez asentados los romanos en nuestra Ciudad, el siguiente paso fue la elección de lugares idóneos y las construcciones de los edificios rústicos que de algún modo guardaron unas líneas; veamos:
“Los edificios deben ser proporcionados al valor del dominio y a recursos del propietario...
En cuanto a la habitación del propietario es necesario fijar su emplazamiento en un lugar un poco más elevado y más seco que los otros, para evitar que los cimientos no sean perjudicados y para que se beneficie de una bella vista.
Pero lo esencial es que la fachada esté enteramente y de un lado oriente al medio día, de tal manera que reciba los rayos del sol en invierno en ángulo S. E. y ligeramente ladeada al poniente en invierno; de este modo será soleada en invierno y no sufrirá los calores del verano.
“PALLADIU I, VIII”
Ya estaba puesta la primera piedra; de esta manera, el campo “SEGEDANO o ZAFRENSE” se inicia una intensa ocupación a través de un elevado número de Villae y asentamientos rurales que jalonan las vegas de los arroyos, lomas, cerros, sierras, etc., aprovechando las zonas más aptas para el cultivo.
Buenos, amigos, como he dicho antes, después de tan arduo trabajo de unos cuantos años de patear todo lo que ha sido posible del término nuestro, día a día fue dando su fruto en la gran cantidad de materiales superficiales y en majanos, como la TEGULE (teja).
De esta manera tomaba forma una tras otra la gran cantidad de Villae en nuestro suelo; por el momento, una veintena de ellas, sin lugar a dudas es una manera de demostrar la gran presencia romana.
Todos estos asentamientos están en la actualidad dentro de nuestro término, sin contar con La Lapa, que se emancipó; indudablemente, el número sería más elevado y, por supuesto, sin negar nuevas apariciones con labores agrícolas; pensemos que nos separan 2.000 años.
Bueno, visto todo esto, hemos pasado de no creer en los romanos a creer (vamos por buen camino) de decir que en Zafra no han aparecido restos arqueológicos a encontrar una veintena de ellos (vamos avanzando en el camino). Pero, claro, con esto no hay bastante, nos falta tal vez lo más esencial: pruebas, estelas, etc....
El encontrar pruebas documentales no ha sido tarea fácil, quizás debido a la falta de conocimiento de agricultores, pastores y un sin fin de circunstancias, de tantas piezas y objetos que se habrán encontrado en labores de agricultura y se han amontonados en majanos, paredes rotas, perdidas y otros tantos eventos.
No por eso me he dado por vencido; siguiendo pista tras pista hasta lograr, localizar parte de nuestro legado en unas bellas inscripciones ya citadas por Rodrigo Caro, Hübner, el P. Fita y este servidor, aportar unas nuevas al legado romano en Zafra.
Dicho todo esto os invito a disfrutar:
Término de Zafra.- Rodrigo Caro – Hübner.
D.M.S.
Q.MANLIVS-AVITVS
GAL-CONTRIBVTENSIS
II VIR-BIS-ANN-LXXVI
H-S-E-S-T-TL
MANLIA-AVITA-PATRI
PIENTISSIMO-D
Esta se encontró en una finca de Zafra mandando copia a la Real Academia de la Historia, el 27 de Diciembre de 1.753 el presbítero D. Vicente de Rojas y Muñoz-Hübner.
ALLIA-SEVERA
IGAEDITANA
ANN-XXII
H-S-E-S-T-T-L
ALLIA-MODESTA
MATER
F-C-
En Zafra, Rodrigo Caro-Hübner
APPVLEIA-M-F-BROCINA
H-S-E-SIT-TIBI-TERRA
LEVIS
Término de Zafra, Rodrigo Caro
Q-EVANGEL-M-C-L
APPVLI-FRATRE-V-S-L-
En Zafra, Rodrigo Caro-Hübner
L-MARIVS
ENERVS-V-S-L
En Zafra (inédita)
SALVTI
SY-EX –V
M MARIVS
CAESIANVS
Hallada en el término (inédita)
CON
CONTRIB
VALERI (incompleta)
RUSTICVSEI
Encontrada en el término de Zafra (inédita)
V-NVN
HIISIS (rota e incompleta)
Esta inscripción, señalada en el CORPUS INSCRIPTIONUM LATINARUM (BERLIN)
Con el número 988-Hübner.
D.M.S.
...L.F.SPERATA. SEGEDENSIS
ANN. XXXXV. H.S.C.
...L. QUATERNUS. UXORI
...ET.L. CINCINATUS. MATRI
OPTIMAE. POSUERUNT
“Consagrado a los dioses Manes. Lucrecia, hija de Lucio, Sperata, natural de Segeda, de edad, de cuarenta y cinco años aquí yace. Séate la tierra ligera. Valerio Cuaterno a su esposa amadísima, y Lucrecio Cincinato a su madre óptima pusieron este monumento”.
Esto nos puede plantear dos dudas; una es, según Ant. Salazar, en su libro “El Castillo del Castellar”, el no haberse hallado en Zafra sino cerca de ella, la otra es la alusión de SEGEDENSIS... en este aspecto me reitero, como he dicho infinidad de veces, hace dos mil años, no había demarcaciones locales como en la actualidad, antes eran territorios, como se ha dicho, SEGEDA, era uno de ellos, y abarcaría con toda seguridad, pueblos actuales como: Alconera, Burguillos del Cerro, Valencia del Ventoso, Medina de la Torres, Llerena, Feria, La Lapa, etc, por citar algunos, un caso similar pasa con tartesio/turdetano, en lugar de ibero/turdetano, para los habitantes de la antigua zona tartesia de Andalucía occidental, que corresponde o puede ser al mismo concepto étnico y cultural,
De momento lo vamos a dejar aquí, así de esta manera nos dará pie para otro artículo, y poder despejar algunas dudas...
Quedando claro una cosa, ninguna de estas dudas, sea cual fuere el resultado, nos puede negar a los SEGEDANOS la presencia ROMANA en todo nuestro término, creamos o no...
En resumen, el término de Zafra se nos muestra a lo largo de toda su historia como una zona intensamente poblada, y en consecuencia arqueológicamente rica; de todas las maneras hay que ser consciente que el tiempo ofrecerá nuevos datos, y por supuesto, también nuevos problemas...
Quien quiera ver correctamente la época en que vive debe contemplarla desde lejos. ¿A qué distancia? Es muy sencillo: a la distancia que nos permite ya distinguir la nariz de Cleopatra.
(José Ortega y Gasset)