ESCUDO DE ZAFRA

viernes, 3 de octubre de 2008

ARTE RUPESTRE EN ZAFRA


El hombre moderno posee una avanzada tecnología que le permite paliar los efectos del medio ambiente sobre la vida humana. La existencia de nuestros antepasados del Paleolítico transcurría mucho más próxima a la Naturaleza, que ejercía sobre aquélla fortísima influencia. Le resultaba, pues, imprescindible conocer sus señales y avisos para asegurar la supervivencia.
Desde su niñez primera hasta la edad adulta, el hombre de la Edad de Piedra aprendía a conocer la naturaleza, utilizar sus dones y evitar sus peligros. Visiones, sonidos, olores, sabores... todo a su alrededor le resultaba familiar. “Sin embargo, su capacidad de comprensión era mucho menor que la nuestra”...
Los cambios de estación no constituían acontecimiento que les llevara a detener sus actividades, pensar, o maravillarse ante su belleza. Otros fenómenos como el rayo, el trueno, las inundaciones y los incendios forestales eran mucho más dramáticos. Se producían de forma misteriosa y violenta; no se ajustaban a modelo alguno y resultaban difíciles de explicar. Es natural que tales eventos infundiesen pavor a aquellas gentes. Temor y sentimiento de desamparo ante la repentina furia de los poderes naturales desarrollaron en nuestros antepasados prehistóricos un profundo respeto por las fuerzas, ignoradas e incontrolables, que determinaban la vida y la muerte de los seres humanos. De este sentir surgirá con el paso del tiempo, la religión.
Durante el Paleolítico, igual que en cualquier otra etapa de la humanidad, algunas personas recibían al nacer dones que otras no tuvieron. Unas eran más receptivas a las maravillas de la naturaleza, y trataron de representar las cosas que vieron y las sensaciones que les producían. Fueron estas personas y su sentido artístico las que hicieron posible algunas de las más antiguas obras de arte de la historia de la humanidad.
Las manifestaciones más bellas del quehacer artístico en la prehistoria humana se pintaron sobre las paredes de las cuevas de España y del sudoeste de Francia. Miles de años habían de permanecer ocultas a nuestros ojos. Su descubrimiento siempre fue de forma accidental. Pocos fueron al principio los que atribuyeron la paternidad de estas maravillas del arte al hombre del Paleolítico. Se pensaba entonces que los hombres de las cavernas estaban privados de capacidad para cualquier expresión estética eran considerados poco menos que animales- y más difícil aun resultaba imaginarlos en posesión de la maestría que muestran estas obras hechas con materiales en “verdad rudimentarios”. Las personas que descubrieron las pinturas fueron TACHADAS DE LOCOS Y LOS DESCUBRIMIENTOS DE FRAUDES.
Carlos Dossi decía- Los locos abren los caminos que más tarde recorren los “sabios”
Así con esa conciencia de oscuridad, e inquisidor, el arte prehistórico permanecería durante muchos años en el olvido. Tras intensos debates, las pinturas fueron aceptadas en el año 1.920 como originales del Paleolítico.
Se acepta hoy generalmente que el arte del dibujo y de la pintura pasó por un largo periodo de desarrollo, iniciándose de forma sencilla y continuando hasta alcanzar la perfección que admiramos hoy en las cuevas de España y Francia. No sabemos, sin embargo, cuál fue la forma adoptada por los primeros balbuceos pictóricos de las gentes del Paleolítico, ni cuando dieron comienzo. Es razonable suponer que el dibujo fue antes que la pintura, debido a su mayor simplicidad.
Es probable que los primeros dibujos se desvanecieran con la misma rapidez que fueron hechos. No perduran las figuras hechas en polvo con los dedos o con ramitas de árboles. Pero llegaron hasta nosotros los estilizados diseños trazados por el hombre en el fino barro que recubría las paredes y los suelos de las cuevas.
Quizás aquellos primeros artistas considerasen su obra una diversión o acaso estuvieran tratando de copiar las huellas dejadas por el oso de las cavernas mientras aguzaban sus garras.
Cualesquiera que fueren sus motivaciones, los hombres del Paleolítico comenzaban a representar formas diversas. El arte había nacido, pasando de verlo como una forma natural, seminatural a una transformación con el paso de los años a ser de carácter abstracto y simbólico, aparecía el Arte Esquemático, el arte sale de las cuevas se afianza y encuentra en el exterior en abrigos poco profundos, o barrancos, se utiliza básica y fundamentalmente la línea y las figuras son de reducido tamaño. Así sus colores predominantes son el rojo y el negro, rara vez combinados.
Hace su aparición en España procedente de Oriente Próximo, hacia el 4.000 A. C. y tiende a desaparecer en el año 600 A. C.
Extremadura en si, en cuanto al arte esquemático podemos decir que es un museo al aire libre abierto a los ojos de la curiosidad y el aprendizaje.
La abundancia de abrigos (enclaves del arte) conserva hoy a pesar de los milenios esa huella viva y coloreada de las manos del artista “su arte” siendo prueba irrefutable que en Extremadura fue región de importancia prehistórica en el Neolítico Bronce y Edad del Hierro...
Así con todo nuestra Zafra también aporta su granito de arena, veamos.

Zafra se encuentra al Sur de la provincia de Badajoz con una Latitud Norte-038º 26´00´´ Longitud Oeste- 06º 26´00´´ y una altitud de 508 metros sobre el nivel del mar.
A unos 3 Kilómetros al poniente se encuentra un farallón cuarcítico conocido como Sierra del Castellar, Sierra emblemática para los Zafrenses o Segedanos, está representado en nuestro escudo, que consta de un jarrón de azucenas y un castillo o torre sobre roca el Castellar.
Crestón directo de nuestro nacimiento, es la cuna de nuestros antepasados en su suelo duermen restos milenarios y en sus paredes arte esquemático echo con el rudo pincel.
La localización de las pinturas se encuentra en uno de los extremos, en el arranque de una de sus paredes rocosas.
Su Latitud Norte es 38º 25´20´´ y Longitud Oeste 2º 45´40´´- cuadrícula 854 del Mapa Topográfico Nacional E: 1/50.000.
Las representaciones se componen principalmente por grupos de barras verticales de color rojizo en un estado regular, pudiéndose contabilizar unas 28 así como en el centro una mancha difusa dando la sensación de una figura antropomorfa- evidentemente deteriorada con el paso de los milenios y algo confusa.
Sobre la posible cronología de estas pinturas del Castellar, ateniéndonos a su entorno arqueológico, podemos barajar estas posibilidades: que fuesen de la Edad del Cobre (Calcolítico- genéricamente Neolítico final) por razones obvias, son numerosos los poblados de esta época en los alrededores de dicha sierra.
Así como de la Edad del Hierro, también con diversos poblados, cerámicas y estructuras tipo “Castro” en dicha Sierra del Castellar y alrededores.
Ateniéndonos a la situación estratégica donde se otea un amplio horizonte geográfico no cabe la menor duda del gran auge de asentamientos en lo alto del farallón rocoso e inmediaciones que nos dan pie a muchas conclusiones y poder replantearse que el suelo de Zafra es rico en asiento de otras etapas- después de muchos años de rastreo superficial y escuchar a la” voz populi” de antiguos pastores i gente que cultivaba en el Castellar llega uno a muchas conclusiones, aunque a veces un poco imprecisa- no deja de tener su valor histórico y documental, así con todo podemos decir que los asentamientos habidos en lo alto del farallón rocoso fueron:
Paleolítico ¿ ? – Calcolítico - ¿Edad del Bronce?- Edad del Hierro – Época Romana – Época Árabe – Edad Media.
Sobre hallazgos encontrados por la gente por azar o labores agrícolas han sido muchos y variados, atestiguando con estos hechos la presencia humana en la zona, tan solo por la incultura de la época y la falta de conocimientos hacia la ciencia de la arqueología se mantuvo en silencio no pudiéndose documentar perdiéndose muchos datos de vital importancia. La única noticia documentada nos la da D. José Ramón Mélida en su Catálogo Monumental de España. Provincia de Badajoz (1.907 – 1.910) y nos dice. “Pulidor de piedra rojiza oscura, ofrece cuatro caras. Longitud, 0´072- ancho 0´015. Encontrada en el Castellar.
En la actualidad un buen proyecto de investigación en el subsuelo amparado con fotografías aéreas nos aportaría sin duda mayor conocimiento ante el entorno arqueológico en general y por supuesto las pinturas, acallando a todos los INCREDULOS y por añadidura enriquecer aun más el Patrimonio de Zafra.
Si ampliamos el radio de acción a otras localidades podemos ver que el arte rupestre esquemático fue pródigo en otros pueblos como: Arroyo de San Serván- Calamonte- Mérida- Alange- Hornachos- Zarza de Alange- Oliva de Mérida- etc. Estando todos interrelacionados en el mismo periodo, así como en sus formas de interpretación de los signos: TECTIFORMES—PECTIFORMES—CUADRUPEDOS—ESTELAS—RAMIFORMES—OCULADOS—CRUCIFORMES—PUNTOS—BARRAS—FIGURAS FALICAS—RUEDAS—BITRIANGULARES—FIGURA HUMANA TIPO GOLONDRINA—CASA—TRINEO—PAREJA—PETROGLIFOIDES—CARROS—CABALLO—CUADRUPEDO—ARCO Y FLECHA—ADORNOS—CABAÑA—ARMAS—VESTIMENTA—SERPIENTES—HOMBRE ABETO--... así un montón de interpretaciones que es realmente lo que podemos observar cuando vemos las pinturas en los abrigos. (Personalmente, es una grata experiencia uno se traslada a la época de nuestros parientes...) no olvidemos que nuestros antepasados eran nómadas.

“En la amplia geografía extremeña surgen año tras año nuevos descubrimientos arqueológicos y conviene reseñarlos para que el olvido no caiga como polvo sobre ellos”.

Valentín Soria Sánchez


“Quién abre su mente al conocimiento encuentra la verdad”

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